lunes, 21 de agosto de 2017

Riglos La Nuit

Localidad de Riglos, al pie de sus Mallos y el mando de estrellas de la Vía Láctea


 Entorno de Riglos y el centro galáctico de la vía láctea


 !Vía Láctea conection" en el entorno de Riglos y el centro galáctico de la vía láctea


Los Señores de las Cumbres: Sarrios en Valle de Chistau


Si hay un icono del Pirineo, ese es el Sarrio (Rupicapra Rupicapra), son los auténticos señores de las cumbres. Acudir al amanecer al encuentro de los sarrios en los altos montes del Valle de Chistau es una experiencia que bien merece un buen madrugón. Gracias al conocimiento del terreno de Alfonso Ferrer, fotógrafo de naturaleza y mundo rural (www.alfonsoferrer.org), nos fue posible acercarnos a un nutrido grupo de Sarrios y verlos en su habitat.
En mis rutas y ascensiones por los Pirineos había tenido encuentros fugaces con los Sarrios aunque nunca había ido con el objetivo de fotografiarlos de propio. No me imaginaba que los Sarrios del Valle de Chistau eran tan esquivos. No resulto fácil, y gracias de la experiencia de Alfonso, pudimos acercarnos relativamente para obtener unas fotografías. Además, nos premiaron con unas rápidas y veloces carreras por los pedregales y empinadas laderas.



Sarrio que es como se le denomina en el pirineo aragonés, este bóvido de aprox. 1,10 metros de longitud y unos 0,70 m de alto y un peso de entre 25 o 40 Kg. se extiende a lo largo del pirineo, que junto a la Rupicapra pyrenaica parva, que es la que habita en la cordillera cantábrica y que es un poco mas pequeña, son las dos subespecies que nos tocan de diez que se extienden por Europa.


Vive aproximadamente 20 años y alcanza la madurez a los dos o tres, su color cambia del verano al invierno siendo este más oscuro en invierno, los cuernos que son un poco más grandes en los machos, se diferencian de la hembra por su mayor curvatura ganchuda.

Las crías y los subadultos suelen permanecer con las hembras que conviven agrupadas, mientras que los machos andan solos asociándose a los rebaños en época de celo donde disputan con otros machos cubrir a las hembras, estos agrupamientos se producen en el mes de noviembre y la gestación dura cinco meses.

Desde tiempos ancestrales, empujados sobre todo por el acoso del hombre, se guarecen en cotas entre 1.500 y 3.000 metros, bajando en invierno hasta los 1.000, son los inviernos los que se cobran las mayores bajas de cabritos y adultos debilitados, ya que tienen muy pocos depredadores entre los que destaca el aguila real y el hombre, porque lamentablemente su caza está permitida.

jueves, 17 de agosto de 2017

Marmotas en el Valle de Chistau


Tan común se ha hecho la marmota en el Pirineo que a muchos les sorprendería saber que en realidad se trata de un habitante reciente de nuestro Pirineo. Su historia es la siguiente: En tiempos pasados, durante las glaciaciones cuaternarias, el sur de Europa era el hogar de una marmota primitiva (Marmota primigenia), pero al retirarse los hielos dicha especie desapareció y las marmotas quedaron confinadas en dos pequeños núcleos aislados que evolucionaron como dos subespecies de la forma actual Marmota marmota. Uno de ellos se encuentra en los Alpes (Marmota marmota marmota) y otro en los montes Tatra (Marmota marmota latirrostris).


Llegados a este punto podemos preguntarnos cómo se las arreglaron las marmotas para alcanzar el Pirineo. La respuesta es sencilla: Con ayuda de los cazadores. En su afán de proteger a los sarrios, codiciados trofeos de caza, de su principal enemigo natural, las águilas reales, introdujeron allá para 1948 animales procedentes de los montes Tatra (cordillera en la frontera de Polonia y Eslovaquia y el sector más alto de los Cárpatos). 

En un principio la suelta se produjo en la vertiente francesa, pero rápidamente las marmotas se expandieron por toda la cordillera, siendo una especie frecuente en Aragón a partir de los años 70. Desde entonces las marmotas han colonizado todos los ambientes propicios para ellas, en especial los prados subalpinos de terrenos calizos expuestos al sol. Allí es donde comen plantas, excavan sus madrigueras y se solean en lo alto de grandes bloques de roca.



La marmota es un animal muy social y de hábitos diurnos, el mayor roedor de nuestra fauna, miembro de la familia de las ardillas. Como tal, tiene una gran agilidad con las manos. Las delanteras son en especial poderosas y las utiliza para excavar sus madrigueras. La guarida principal de verano tiene gran tamaño y complejidad, compartimentándose en diferentes cámaras destinadas a un uso determinado, como cámaras de cría o letrinas. 



En el territorio además hay varias madrigueras más pequeñas usadas como refugio ante el menor peligro, siempre alertadas por el peculiar chillido emitido por uno de los miembros del grupo que actúa como vigilante. Casi siempre esta es la primera señal que nos indica la presencia de la especie. Luego es fácil ver algún ejemplar corriendo hacia las bocas de la madriguera, con su típico aspecto robusto y llamativa cola. 

Acabado el verano las marmotas se retiran a sus refugios de invierno, más grandes y aislados térmicamente. Allí pasaran cerca de cuatro meses, bajando su temperatura corporal hasta los 3ºC y los latidos cardíacos a 5-10 pulsaciones por minuto. Sólo así consiguen ralentizar su metabolismo de tal modo que las reservas acumuladas durante el verano les permitan alcanzar una nueva primavera. .


Y de nuevo, allí estaremos para volver a buscarlas, observarlas, fotografiarlas y disfrutar de sus gritos y andanzas.

Estas fotografías de marmotas han sido tomadas en uno de los valles más emblemáticos de nuestro Pirineo. El Valle de Chistau te atrapa una vez que lo visitas, es un precioso rincón del Pirineo Aragonés situado en pleno Parque natural de Posets Maladeta. El Valle de Chistau se extiende por la cuenca del río Cinqueta, afluente del Cinca, uno de los principales cursos fluviales de Aragón. Se encuentra rodeado de cumbres de entre 2.000 y 3.000 metros de altitud, entre los que destaca la Tuca Llardana (o Posets), que con 3.375 m. es la segunda cumbre más alta del Pirineo. Además, cuenta con abundantes ibones o lagos, como los de Millares, Barbarisa o el ibón de Plan.

Entre los municipios que forman parte del Valle, hablaré de mi preferido Serveto, con magnificas gentes que hacen que tu estancia sea "perfecta"

Serveto, es la localidad más pequeña perteneciente al Municipio de Plan, se alza a 1306 metros de altitud. Sus estrechas calles, rincones, entorno natural y aislamiento le confieren agradables sensaciones y tranquilidad. Junto con Señes (deshabitado) y Sin ha formado históricamente “La Comuna”, algo separada del resto del valle, cuna de historias y leyendas que inciden incluso en los orígenes del Reino de Aragón.

De esta localidad, procede un fantástico y reconocido fotógrafo de naturaleza y mundo rural, Alfonso Ferrer, que ha dedicado parte de su obra  fotográfica a este valle con especial sentimiento.


Podéis disfrutar con su web, galería, relatos y artículos sobre el Pirineo y Monegros, pinchando aquí, al igual que poder conseguir su libro sobre el "Valle de Chistau, un pedazo del Pirineo".

Este reúne imágenes de fauna, flora, paisajes y hombre en relación con la naturaleza y el mundo que le rodea y que plasman la realidad de uno de los valles más bonitos del Pirineo. Una obra que a lo largo de cuatro capítulos que corresponden a las cuatro estaciones del año repasa los cambios que el valle experimenta en cuanto al paisaje y como el entorno y sus habitantes se adaptan a esos cambios. Cada capítulo se acompaña de un cuento que relata esos cambios a través de los ojos de un niño y que sirve de nexo con las imágenes que se muestran. Unos cuentos que se leen disfrutando las fotografías y unas imágenes que se disfrutan leyendo los cuentos, una mezcla difícil de separar. En definitiva un viaje en texto e imágenes por uno de los rincones más bellos, intactos y auténticos del Pirineo Aragonés, el valle de Chistau, uno de nuestros paraísos cercanos. OS ENCANTARÁ !!!.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Miradas en el Bosque II . Corzos en los Montes de Soria

El levantarte al amanecer en vacaciones puede regalarte una serie satisfacciones difíciles de describir. Tal es así que decidí intentar de nuevo el encuentro con los corzos en los montes de Soria de hace unos días. Esta vez, tenia medio punto a mi favor, conocía un poco más el entorno y tras seleccionar un paraje muy cercano al Río Duero en el Monte de Valonsadero, realicé un rudimentario "hide" (escondite) desde el que poder observar y fotografiar a los corzos.
Desde el "hide" integrado en el entorno y manteniendo el silencio, puede contemplar varios ejemplares, mayormente corzas que desde muy cerca cruzamos varias miradas y me permitieron varias fotografías. También puede observar a varios machos en carrera que parecían que "llegaban tarde" a alguna cita.



lunes, 14 de agosto de 2017

La noche en Monegros: Molino (Making of)

La planificación de la sesión de fotografía nocturna es fundamental, y de este hecho te das cuenta muy pronto, creo que todos los aficionados a este tipo de fotografía nos hemos llevado alguna vivencia que así lo demuestra.

Lo ideal es visitar y observar la localización y el sujeto seleccionado para nuestra fotografía con antelación para ver las posibilidades que ofrece, poder comprobar los accesos, posibles posiciones, etc. y evitar accidentes y extravíos. Es un error pensar que esa primera visita no puede reportarnos esa fotografía que queremos hacer, en este caso, pude llevarme este impresionante atardecer monegrino en mi localización en Perdiguera, que bien merece ser la portada de esta entrada.

Existen aplicaciones de smartphone para poder planificar y "simular" la posición de la luna/sol, astros y vía láctea que resultan muy útiles. En esta ocasión utilicé la aplicación photopills, que entre otras funciones permite simular la posición del sol/luna o vía láctea con la cámara de nuestro smartphone en relación a nuestro sujeto (molino) y su evolución a través del tiempo que resulta visible.

Captura de pantalla de smartphone de la App Photopills.
Posible composición a realizada el día 28/07/2017 a las 01:57 de la noche.
Como nos indica la aplicación, a esta hora y este día podríamos realizar esta composición para nuestra fotografía, mostrando el centro galáctico y el molino. En nuestro caso, como resultaba demasiado tarde /(01:57) ya que al día siguiente era día laboral, escogimos otra posible composición a una hora un poco más temprana y  que nos llevo a fotografiar desde otra posición próxima, como muestra siguiente imagen.

Captura de pantalla smartphone de la App Photopills.

Desde esta nueva posición, pudimos realizar una circumpolar y un extremo de la vía láctea. Añadir que fue un acierto, ya que si hubiéramos optado por la composición anterior, la contaminación lumínica de la ciudad de Zaragoza enmascaraba la visibilidad del centro galáctico.

Una vez que hemos elegido la composición, en este caso condicionada por no querer trasnochar mucho, ya sabemos a que hora debemos de estar preparados junto al molino para disfrutar de una sesión de fotografía nocturna entre amigos.




Resultados tras el procesado:




Y ahora, planificando la siguiente sesión fotográfica nocturna entre amigos,....., continuará.

viernes, 11 de agosto de 2017

Encuentro con la Avutarda Común.


Fué un encuentro casual, iba en busca de poblaciones de Mochuelos comunes, recorriendo pedregales en los márgenes de los campos, mases y  parideras, cuando de repente las vi a lo lejos. no me dieron más opción de acercamiento, forzando el zoom del objetivo puede tomar estas imágenes. A pesar de la lejanía, si pude comprobar la envergadura que tienen, y su majestuosidad, ya que la avutarda común (Otis tarda) es el ave voladora con más peso del mundo. Observé en un mismo paraje de la meseta soriana dos poblaciones distintas con un total de más de una docena de ejemplares, todo un hallazgo para mí.
En la Península Ibérica podemos encontrarla en las grandes zonas de llanura dedicada el cultivo. Su presencia no pasa inadvertida debido a su gran tamaño. En la actualidad su especie está seriamente amenazada, pero se conserva una población en las llanuras de cereales del centro y sur de la península Ibérica.
La avutarda común vive en grandes estepas y praderas naturales, aunque en su expansión en Europa se ha adaptado a vivir en terrenos abiertos dedicados al pastoreo y los cultivos de secano.

Suele desplazarse caminando por estas grandes áreas, aunque si es necesario y a pesar de sus 16 kg de peso, vuelan sin problemas. En España vive aproximadamente la mitad del total de su población mundial
Las avutardas viven de media unos 10 años, pero algunas llegan hasta los 15 años. Los machos suelen vivir menos tiempo debido a las violentas luchas que tienen entre ellos durante la época de apareamiento. Es un ave especialmente sensible a los cambios en su hábitat natural, lo que en ocasiones origina un descenso brusco de su población. La intensificación del entorno agrícola, unido a proliferación de las urbanizaciones, están reduciendo su entorno de vida y lugares de cría.

Además de todo ello hay que sumar más aspectos negativos para su desarrollo como la caza furtiva, los accidentes contra las alambradas y tendidos eléctricos, y la incomoda presencia del ser humano para su vida natural. Por todo eso ha sido incluida en el libro rojo de las aves de España como 'especie vulnerable'

miércoles, 9 de agosto de 2017

Relatos: El Faro.

Pasaiako Portua (Entrada al puerto de pasajes). Vacaciones Agosto 2017
A aquel faro le gustaba su tarea, no sólo porque le permitía ayudar, merced a su sencillo e imprescindible foco, a veleros, yates y remolcadores hasta que se perdían en algún recodo del horizonte, sino también porque le dejaba entrever, con astuta intermitencia, a ciertas parejitas que hacían y deshacían el amor en el discreto refugio de algún auto estacionado más allá de las rocas. Aquel faro era incurablemente optimista y no estaba dispuesto a cambiar por ningún otro su alegre oficio de iluminador. Se imaginaba que la noche no podía ser noche sin su luz, creía que ésta era la única estrella a flor de tierra pero sobre todo a flor de agua, y hasta se hacía la ilusión de que su clásica intermitencia era el equivalente de una risa saludable y candorosa. Así hasta que en una ocasión aciaga se quedó sin luz. Vaya a saber por qué sinrazón mecánica el mecanismo autónomo falló y la noche puso toda su oscuridad a disposición del encrespado mar. Para peor de los males se desató una tormenta con relámpagos, truenos y toda la compañía. El faro no pudo conciliar el sueño. La espesa oscuridad siempre le provocaba insomnio, además de náuseas. Sólo cuando al alba el otro faro, también llamado sol, fue encendiendo de a poco la ribera y el oleaje, el faro del cuento tuvo noción de la tragedia. Ahí no más, a pocas millas de su torre grisácea, se veía un velero semihundido. Por supuesto pensó en la gente, en los posibles náufragos, pero sobre todo pensó en el velero, ya que siempre se había sentido más ligado a los barcos que a los barqueros. Sintió que su reacio corazón se estremecía y ya no pudo más. Cerró su ojo de modesto cíclope y lloró dos o tres lágrimas de piedra.
Relato de: Mario Benedetti
Detalle: Pasaiako Portua (Entrada al puerto de pasajes). Vacaciones Agosto 2017